Violencia en la adolescencia

Al inicio del tercer milenio, las condiciones de avance tecnológico, los sistemas de comunicación, y las necesidades económicas que hacen que ambos padres tengan que trabajar para traer ingresos al hogar, acompañan a una pérdida de la identidad familiar, y originan que los niños tengan una carencia de comunicación y de una familia nuclear, unida y subsecuentemente estén expuestos a factores que condicionan la violencia.

La violencia se define como el acto consciente de hacer daño físico ó psicológico a otro semejante, haciendo uso de la fuerza.

La adolescencia es la etapa de cambios físicos, cognoscitivos y emocionales que constituye el crecimiento de la niñez a la edad adulta. El protagonista vive un prolongado y difícil período de inestabilidad con intensos cambios externos e internos (por ejemplo: endocrinos, de imagen corporal, de valores, de familia, etc.) que dificultan su interacción familiar, escolar y social.
Investigaciones sugieren que 20% de los adolescentes tienen dificultades conductuales que bastan para alterar su funcionamiento psicosocial general, y algunos de esos jóvenes a la postre quedan etiquetados por la sociedad como rebeldes.


Una conducta rebelde, incluye cualquier patrón persistente de conducta que está en oposición directa con las reglas, los valores y las costumbres de la familia, escuela, comunidad, cultura y sociedad, en la cual vive el adolescente. Casi todas las conductas identificadas como rebeldes también se califican como antisociales. El trastorno de conducta, el trastorno desafiante oposicional y la delincuencia juvenil se caracterizan por patrones persistentes de conducta que tienen efectos adversos importantes sobre el desarrollo y el funcionamiento psicosocial normal del adolescente.

EPIDEMIOLOGÍA

 En 1985, las muertes de causas naturales solamente suponían el 27% de todas las muertes en los adolescentes en los EU. En la actualidad la muerte por homicidio es la segunda causa de muerte en jovenes de entre 15 y 24 años de edad. Los Estados Unidos tienen la tasa más elevada de homicidio en adolescentes del mundo industrializado.6 Por otra parte en México la muerte por “causas violentas y accidentes,” ocupa el primer rubro como causa de fallecimiento en adolescentes.

Existen evidencias de que en las últimas décadas, tanto en México como en otros países los actos suicidas en los adolescentes se han incrementado considerablemente; si bien su prevalencia todavía no es elevada. Según una encuesta realizada en el Distrito Federal, 36.9% de la población entre edades de 13 a 19 años, reportó pensamientos sobre la muerte y el 17.5% penso en matarse.9 En México la tasa de suicidios en la población de 15 a 19 años pasó de 1.49 a 2.83. Entre 1970 y 1990 se observó un aumento del 90%. En 1990 el suicidio fue la cuarta causa de muerte para el grupo de 15 a 24 años (n=586), sólo superada por los homicidios, accidentes en vehículos automotores y por ahogamiento.


 En un colegio en la ciudad de Nueva York, se confiscaron 2,669 armas a los alumnos durante el año escolar de 1988- 1989. Un informe señaló que el 50% de los chicos de un Instituto de Baltimore había llevado un arma de fuego al colegio por lo menos en una ocasión. Una encuesta sobre las conductas de riesgo en los jóvenes realizada en el mismo año indicó que aproximadamente uno de cada cinco estudiantes de enseñanza secundaria llevaba un arma de fuego, navaja o garrote al colegio en el mes previo a la encuesta. En los Estados Unidos, la edad media de adquisición de un arma de fuego es de 12.5 años de edad, habitualmente como un regalo de un pariente varón de más edad.
El acceso a las pistolas es simple, cuando se les interrogó, el 41% de los niños y el 21% de las niñas decían que si quisieran podrían tener acceso a una pistola. Se ha dicho que es más fácil para los adolescentes tener una pistola que una licencia de conducir.

CAUSAS


Se han propuesto factores biológicos, genéticos, ambientales y psicológicos para explicar la aparición de conductas agresivas y antisociales, y trastorno de conducta en particular. Ninguna teoría o en combinación han explicado con resultados satisfactorios la agresión, o la aparición de violencia o conducta antisocial humana.


TEORÍAS

  • Factores neurobiológicos: anatómicos, fisiológicos, endocrinos
  • Abuso en etapas tempranas de la niñez
  • Violencia familiar
  • Violencia en medios de comunicación
  • Aceptación y promoción de la violencia por la sociedad
  • Vigilancia ineficaz de los padres
  • Disciplina nula o inapropiada
  • Ausencia de los padres · Padres delincuentes
  • Poco afecto o cordialidad mínima de los padres
  • Relaciones inadecuadas con compañeros


TIPOS DE VIOLENCIA 


  • Agresión y violencia
  • Fuga
  • Prostitución Delincuentes sexuales
  • Abuso del consumo de drogas
  • Pandillerismo
  • Portación de armas
  • Autodaño y automutilación
  • Suicidio, homicidio



TRATAMIENTO


 El mejor tratamiento del adolescente rebelde es la prevención. Sin embargo, cuando la violencia es evidente, es necesario tratarla, lo que incluye varias medidas que se tendrán que tomar en cuenta:
Intervenciones en la familia. Las más eficaces se dirigen a crear habilidades en comunicación, vigilancia de conducta y disciplina eficaz. Se enseña a los padres a tener interacciones con su adolescente y a favorecer conducta prosocial para disminuir la conducta descarriada. La terapia familiar se enfoca en crear cohesión y cordialidad emocional.




Programas centrados en la juventud. Se utiliza psicoterapia individual y de grupo, terapia conductual y cognoscitiva.

Deportes y agresión. Las actividades recreativas enfocadas en adolescentes que incluyen participación en deportes y ejercicio pueden tener efecto positivo en el tratamiento de diversos trastornos de la salud mental, en tanto mejoran el bienestar general. También es necesario tener cuidado ya que es posible que los ambientes deportivos muy competitivos conduzcan a conductas agresivas.



Tratamiento psicosocial de problemas específicos. El tratamiento está dirigido a problemas específicos como abuso físico, consumo de drogas, intentos suicidas, conducta de huida (escapar), ideación suicida y otras conductas de alto riesgo.



Farmacoterapia. Hay muchas fuentes para ayudar al médico pediatra a afrontar farmacológicamente una amplia gama de padecimientos relacionados con la agresión o violencia en el adolescente. Entre ellos, la depresión, ansiedad, psicosis y trastorno con déficit de atención/hiperactividad, sin embargo, los pediatras a menudo nos hemos resistido a dar farmacoterapia al adolescente agresivo. Por lo que la farmacoterapia es difícil y demanda paciencia, creatividad, mucho interés y sutileza con en el paciente.




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